En muchas sociedades chamánicas,
si una persona llega a la medicina
quejándose de estar abatida, desanimada o deprimida, se le hacen cuatro preguntas. ¿Cuándo dejó de bailar?
¿Cuándo de cantar? ¿Cuándo dejó de ser fascinado por historias? ¿Cuándo de encontrar consuelo en el territorio del dulce silencio? Gabrielle Rotho
No hay comentarios:
Publicar un comentario