Hay viajes que se suman al antiguo color de las pupilas.
Después de ver la isla de Calipso ¿es que acaso Odiseovolvió a mirar igual? ¿No se fijó un color como
un extraño cúmulo de algas
en sus pupilas viejas? lo mismo que en los pliegues
mínimos de la piel
se fosilizan besos y desdenes, así los ojos filtran
esa franja turquesa del mar que acuna islas,
medusas de amatista, blancura de navíos.
La piel es vertedero de memoria
lo mismo que el poema. Pero acaso unos ojos
extrañamente verdes de repente dibujen
empapados de luz
un boscoso archipiélago perdido.
Aurora Luque, La Mirada de Ulises
Bello y profundo poema, Senda, de Aurora Luque.
ResponderEliminarAbrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
Opino igual Frank. Con gran belleza nos dice verdades profundas y eternas. Gracias por llegar hasta mi casa y regalarme tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por este poema de Aurora Luque y por tu visita a uno de mis dos espacios recientemente actuallizados.
ResponderEliminarSaludos...
Siempre es un placer visitar tus magníficos blogs. Este poema de Aurora Luque, es uno de los que llevo pegados al corazón. Gracias por venir. Un saludo
ResponderEliminarPrecioso el poema.
ResponderEliminarMe encantó la radiografía tan acertada que le hiciste a mi entrada de Saturno, me captaste totalmente y pensaba que nadie lo haría. Hasta algo de miedo me dió.
Gracias por estar tan activa :D
Esa es la magia y el misterio de los blogs: que encuentras personas afines, en medio del infinito, con las que conectar, cuando menos te lo esperas...ya lo creo que algo de miedo da...pero es genial!!!
ResponderEliminarMe alegra que el poema te haya gustado. Visualizar sus palabras, es todo un viaje sobrevolando mares y archipiélagos...en unos ojos verdes...con los que de repente, te encuentras.
Gracias!!