lunes, 27 de febrero de 2012

Canción para una dama




El día de los pechos y las pequeñas caderas
la ventana acribillada por una desapacible lluvia,
lluvia arreciando como un pastor,
nos acoplamos, tan cuerdas y tan locas.
Yacimos como cucharas mientras la siniestra
lluvia caía como moscas sobre nuestros labios
y sobre nuestros ojos felices y nuestras pequeñas caderas.

"El cuarto está tan frío con lluvia", dijiste
y tú, femenina tú, con tu flor
rezaste novenas a mis tobillos y a mis codos.
Eres un producto nacional, un poder.
Oh mi cisne, mi esclava, mi querida rosa de lana,
incluso un notario daría fe de nuestro lecho
mientras tú me amasas y yo me elevo como el pan.



Anne Sexton

No hay comentarios:

Publicar un comentario